China está tratando de impulsar sus cultivos mediante el uso de campos eléctricos
Científicos chinos están exponiendo cultivos a poderosos campos eléctricos en un intento de hacerlos crecer más rápido sin usar pesticidas químicos o fertilizantes
Dentro del enorme invernadero comercial en las afueras de Beijing, las lechugas se asientan en filas ordenadas mientras que la luz se vierte gentilmente a través del vidrio de arriba. En el aire hay un zumbido suave y una sensación intensa como si una tormenta estuviera en camino. El cableado eléctrico de alto voltaje ensartado sobre los cultivos es una señal de que este no es un cultivo ordinario.
Este lugar puede ser diferente, pero está lejos de ser único. En los últimos años, han surgido invernaderos como estos en China, parte de un proyecto respaldado por el gobierno para aumentar el rendimiento de los cultivos, calentándolos en campos eléctricos invisibles que irradian desde las líneas eléctricas. De pepinos a rábanos, los resultados son aparentemente increíbles. Liu Binjiang, el científico principal del proyecto afirma: “La calidad general es excelente. Estamos entrando en una edad de oro para esta tecnología”.
Usar electricidad para estimular el crecimiento de las plantas al exponer las plantas a un campo eléctrico es una vieja idea controvertida. El electrocultivo ha sido probado en Europa hace muchas décadas y ha demostrado ser deseable, pero los resultados fueron demasiado inconsistentes para ser útiles. El mecanismo también era misterioso: nadie sabía cómo o por qué los campos eléctricos podían estimular el crecimiento.
El físico finlandés Karl Selim Lemström fue el que introdujo al mundo la idea del electrocultivo en el siglo XX. Visitó la región ártica en 1902 y descubrió que algunos árboles crecieron más rápido bajo aurora boreal que en aquellos en climas más templados, más al sur. Atribuyó el fenómeno de las condiciones eléctricas naturales producidas por la aurora, también conocida como las luces del norte. Luego realizó una serie de experimentos en el laboratorio para probar esto e incluso escribió un libro para promover su hipótesis.
Luego, el físico británico Sir Oliver Lodge, un inventor clave en el desarrollo de la radio, leyó el libro y, según se informa, logró un aumento del 24 al 39 por ciento en el rendimiento de grano de trigo en un experimento de ocho hectáreas. Esto llamó la atención de los gobiernos y las autoridades británicas y estadounidenses cada uno encargó estudios separados sobre el electrocultivo a principios del siglo XX. Los hallazgos británicos fueron positivos, mientras que los resultados estadounidenses fueron negativos.
El interés público por el electrocultivo revivió con el aumento de la agricultura ecológica y el gobierno chino comenzó a financiar experimentos en la técnica en 1990.
He Feng, técnico senior de Yufa Jingnan Vegetable Production and Sales, uno de los mayores productores de hortalizas de Beijing, dijo que la empresa había participado en el programa desde 2014 y los resultados fueron “muy satisfactorios”. En tan solo dos años, las verduras electrificadas habían generado ingresos adicionales de casi 1.2 millones de yuanes (USD$175,000). “Todavía estamos ejecutando el equipo, que consume muy poca energía”, afirmó.
Fuente: newscientist.com