Irán cierra de golpe a los derechos humanos dobles estándares
Extensos esfuerzos de Irán para mejorar la situación de los derechos humanos en el país se han enfrentado a serios desafíos, incluidas las políticas entrometidos por motivos políticos, dijo un funcionario iraní.
La República Islámica ha alcanzado logros significativos en lo que respecta a la situación de los derechos humanos en los últimos años, dijo el secretario del Alto Consejo para los Derechos Humanos, Mohammad Javad Larijani de Irán durante un discurso en la 20ª reunión del Grupo de Trabajo del Examen Periódico Universal (EPU) en Ginebra, Suiza.
Sin embargo, Lariyani describió las resoluciones de la ONU contra Irán y el nombramiento de un relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en la República Islámica como algunos de los desafíos que enfrenta el país.
Tal enfoque sesgado está en directa contradicción con los principios fundamentales de los derechos humanos, agregó el funcionario iraní.
Larijani, quien encabezó la delegación de alto rango de Irán a la reunión de la UPR, también citó las políticas de Teherán con respecto a los refugiados y solicitantes de asilo como otra prueba del compromiso del país con sus obligaciones de derechos humanos.
El Examen Periódico Universal, también conocido como EPU, es un mecanismo puesto en marcha en 2006 para investigar la situación de los derechos humanos de todos los estados miembros de las Naciones Unidas.
Durante las sesiones del EPU, que se celebran cada cuatro años, los diferentes países los informes actuales de sus acciones para mejorar la situación de los derechos humanos. El desempeño de cada país será evaluado por otros Estados miembros que proporcionarán recomendaciones que el país evaluado debe poner en práctica en los próximos cuatro años.
El 17 de junio de 2011, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, bajo la presión de Estados Unidos y sus aliados, nombró al ex ministro de Relaciones Exteriores de Maldivas, Ahmed Shaheed como investigador de derechos humanos en Irán.
Teherán insiste en que el nombramiento de un Relator Especial de la ONU sobre los derechos humanos de Irán es una medida selectiva, por motivos políticos e inaceptables.