Un ladrón de autos fue disparado en Texas después de intentar robar un carro con dos niños pequeños adentro. La que presionó el gatillo fue la madre.

Una mujer se detuvo en la estación de gasolina en Dallas el miércoles por la noche y después de llenar el tanque, ella entró a la tienda de conveniencia de la estación de gasolina para pagar. Mientras entraba a la tienda, un empleado le alertó que alguien estaba intentando entrar a su SUV y presumiblemente robar el auto. Mientras, sus dos hijos pequeños, de dos y cuatro años, estaban dentro del carro.

El hombre, que más tarde fue identificado por los oficiales de policía como Ricky Wright, de 36 años, ocupó el asiento del auto, mientras la mujer saltaba al asiento trasero. Aunque ella le pidió al hombre que dejara de conducir, él se negó.

Fue en el momento cuando la mujer decidió acercarse a la guantera y tomar el arma de allí. Ella le disparó al hombre en la cara.

“Procedí a saltar a mi asiento trasero y le dije al caballero que se detuviera, para salir del coche. No quería salir del coche”, dijo en una entrevista.

“Se dio la vuelta y me miró. Llegué al reposabrazos para llegar a mi guantera y ahí fue cuando le disparé”, añadió.

De acuerdo con el informe de la policía, después de que el hombre fuese disparado, el auto chocó con un poste de lámpara. Ricky Wright fue arrestado y llevado al hospital para cuidado médico. La mujer también fue cuestionada en la escena, pero ella fue liberada pronto y hay pocas probabilidades de que enfrente cualquier cargo.

La condición del ladrón del automóvil aún es desconocida, pero la madre tiene un mensaje para él:

“Tuve que hacer lo que tenía que hacer para defender lo que es mío, lo que son mis hijos. Espero haberte matado, si es que no lo hice ahora.”