Recientemente, los popotes de plástico y las bolsas de plástico han sido culpados como uno de los contaminantes más grandes que hay, pero hay uno mucho más amplio

Las colillas de cigarrillos son algunos de los artículos más desechados del mundo, contienen filtros de plástico hechos de acetato de celulosa, un tipo de plástico que puede tardar hasta una década en descomponerse.

Además, parece que tirar una colilla de cigarrillo es una de las formas más aceptadas de basura, pero dos tercios de ellas son vertidos en aceras o en canalones, desde donde se llevan a arroyos, ríos y océanos a través de desagües pluviales.

Como prueba, 60 millones de cigarrillos han sido recolectados por voluntarios de la playa global de Ocean Conservancy con sede en Washington DC todos los años desde que comenzaron en 1986.

Sin embargo, en el esfuerzo por reducir los artículos de plástico de un solo uso, la Unión Europea tiene la intención de hacerse cargo de la situación y exigir a la industria tabacalera que financie la limpieza de las colillas de cigarrillos.

Se sabe que el humo del tabaco contiene alrededor de 250 productos químicos nocivos, de los cuales al menos 69 pueden causar cáncer. Los productos químicos incluyen metales pesados, arsénico y polonio-210. En la década de 1950, los filtros de plástico se inventaron a partir del deseo de reducir el cáncer de pulmón en los pulmones de los fumadores mediante el bloqueo de toxinas, pero más tarde se descubrió que el alquitrán bloqueado y la nicotina eran los que satisfacían a los fumadores. Por lo tanto, las empresas mantuvieron los filtros con fines de comercialización, pero los hicieron menos efectivos para permitir que los fumadores recibieran su golpe de nicotina.

En algún lugar del mundo, se cobran tarifas por los paquetes de cigarrillos para financiar la limpieza de calles, mientras que en otros lugares, te multan por tirar colillas de cigarro. Sin embargo, el Parlamento Europeo acordó el año pasado una propuesta para que los países de la UE eliminen el 50% del plástico de los filtros de cigarrillos para 2025 y el 80% para 2030.

Pero los países de la UE finalmente lo rechazaron y, en su lugar, las empresas tabacaleras serán responsables de financiar campañas de sensibilización, proporcionar ceniceros públicos y recogida de residuos, y añadir etiquetas a los envases que digan que contienen plástico perjudicial para el medio ambiente.

Fuente: cnn.com